El ejército de Suleimán el Magnífico ha conquistado los Cárpatos y dominado Budapest amenazando Viena, la puerta a Europa.
El archiduque Fernando I ha acudido con su escolta personal y toneladas de mercenarios pagados con las rebosantes arcas de oro de los Habsburgo.
El príncipe de los creyentes pone en jaque al Sacro Imperio. Ríos de sangre brotarán en nombre de Dios.
Un muchacho, transformado en soldado por el hambre, nos hará viajar por esta muralla convertida en crisol de culturas y aprenderá una valiosa lección.