"¡Feliz no cumpleaños, Jervis Tetch!” Es lo que el Sombrerero Loco amenaza con hacer gritar a Gotham entera cuando, sirviéndose de una franquicia de puestos de venta llamada Krazy Hatz, inicia otra de sus campañas para dominar a los habitantes de la ciudad mediante sus dispositivos de control mental. El diminuto villano solo puede parecer un adversario menor a ojos de quien se niegue a ver, porque en estas páginas, donde rememora su ignominiosa infancia y lo que le llevó a convertirse en lo que es, tendrá ocasión de dejar claro lo terrible que puede resultar alguien con sus habilidades.