En 1740, San Agustín, la primera ciudad creada en el actual territorio de Estados Unidos, escaseaba en efectivos frente a colonias inglesas como Georgia, aunque estaba defendida por el cuasi inexpugnable castillo de San Marcos. Un edicto del gobernador de la Florida española, Manuel de Montiano, otorgaba la libertad a los esclavos que huían de las colonias inglesas de ultramar a territorio español. Estos esclavos liberados y algunos indios seminolas vivían en el fuerte de Santa Teresa de Mosé, un pequeño fuerte fronterizo entre la Florida y Georgia, el primer asentamiento legal de negros libres de América del Norte.
En este marco, el fundador y gobernador del estado de Georgia, James Edward Oglethorpe, decide tomar el fuerte Mosé como línea de suministros de un nuevo asedio a la ciudad de San Agustín.
Vive de primera mano los entresijos de este territorio fronterizo y el asalto al fuerte Mosé o, como lo conocen los ingleses, Bloody Mose (Mosé sangriento).