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5 razones para leer Luces de Niterói

Una de las obras inéditas de Marcello Quintanilha, ya disponible.

 

Después de Tungsteno, continúa la recuperación de las obras completas de Marcello Quintanilha con un cómic inédito en nuestro país, Luces de Niterói, donde volvemos a Brasil, al humilde Barreto, para descubrir una historia de amistad, ambiciones y grandes esfuerzos.

1. Un nuevo arranque explosivo.
Si Tungsteno se iniciaba con el sonido de la dinamita que empleaban unos “pescadores” para capturar grandes cantidades de peces sin mucho esfuerzo, otra explosión equivalente da comienzo a Luces de Niterói. La diferencia es que, en este caso, son los protagonistas quienes buscarán fortuna en ese banco de peces muertos… si el mar se lo permite.

2. Memoria, reapropiación, homenaje. 
Casi dos décadas pasaron entre la concepción de la idea tras Luces de Niterói y su publicación original. Pero la forma y el momento debían ser las adecuadas porque, al fin y al cabo, el protagonista principal del relato es el padre de Marcello Quintanilha. Tomando una peripecia vital como base, pero sin hacer un tebeo biográfico, el autor construye un relato tenso que refleja varios puntos de inflexión en la vida de sus personajes.

3. Brasil con vistas al mar, pero a pie de calle.
Desde Salvador de Bahía hasta las favelas de Río de Janeiro, pasando por la zona rica de Niterói y ahora su costa, en el Barreto de clase media-baja de mediados del siglo XX, frente a la bahía de Guanabara. Marcello Quintanilha no solo no ha perdido sus raíces en su mudanza europea, sino que en esta obra las reivindica especialmente a través de la figura de su padre, joven promesa futbolística, en la región que lo vio nacer.

4. Con las Luces viene el color…
Tras el blanco y negro de Tungsteno, pero antes de la experimentación cromática en Escucha, hermosa Márcia, Quintanilha ya hizo uso del color en Luces de Niterói. Un acercamiento artístico más bien naturalista en esta ocasión, si bien se desata puntualmente con el pasaje de la tormenta en el segundo acto de la obra, con el expresionismo de un caos en azules.

5. …pero en la oscuridad podemos perder el rumbo.
Los personajes de Luces de Niterói, como siempre en las obras de Marcello Quintanilha, poseen una profundidad psicológica tras sus gestos, los primeros planos de sus rostros, su forma de hablar (con un oído genial para los diálogos naturales). La pareja protagonista de esta historia, juntos en esa tormenta, se enfrentarán a sus verdaderos rostros, poniendo en cuestión su amistad y sacando a la luz sus sombras. Unas sombras crueles, muy humanas, que brotan en momentos de debilidad. Sombras de Niterói, nuestras sombras.

Texto: Ander Luque.